FARSA SACRAMENTAL

Hernando López de Yanguas

El texto presentado aquí fue preparado por Julio F. Hernando y está basado en la única fuente. A diferencia de nuestra práctica normal en esta colección, no hemos modernizado estos textos del siglo XVI. El texto presentado fue preparado por Vern Williamsen en esta forma electrónica (HTML) en el año 2001.

 


Personas que hablan en ella:
[Comienza la obra con las exclamaciones de asombro que al pastor Hierónimo le arrancan las extrañas señales y cambios que observa en la naturaleza y en todo lo que le rodea, y dice:]
[JERÓNIMO]: Llamar quiero a Ambrosio, si avrá deslindado algún quillotrijo de aquestas señales por ser ellas tantas, tan nuevas y tales que nunca se han visto jamás en tal grado. ¿Ambrosio, carillo? AMBROSIO: Acá so aballado. JERÓNIMO: Abrázame, hermano. AMBROSIO: Par Dios, que me praz. JERÓNIMO: Salúdete Dios con fe, pan y paz. AMBROSIO: Y a ti todo aquesto te venga dobrado. JERÓNIMO: ¿Adónde las dejas? AMBROSIO: Por esos oteros, Hierónimo, quedan, par Dios, retozando; que nunca en mi hato después que en él ando tan hartos he visto jamás mis carneros, ovejas y cabras y manso y corderos, ni pacen, ni balan, ni curan de siesta, que todos los hatos están pracenteros.
[JERÓNIMO le asegura que lo mismo ha advertido él y al momento llega otro zagal diciéndoles que viene pasmado de lo que ha visto, y lo refiere con las palabras de Virgilio, autoridad que al margen saca el autor, de que podrán pastar juntos corderos y lobos, los bueyes andar entre tigres y leones, los galgos y las liebres, las aves menudas y los gavilanes y las perdices y garzas con los halcones. Pero no los puede sacar de su incertidumbre sobre lo que tal cosa significa. Esperan que lo haga otro zagal más instruído, llamado GREGORIO, que se presenta vestido de fiesta. Viene con el mismo asombro y contento; pero las señales que éste vio fueron cambios en los signos del Zodiaco y en los Astillejos, en los Triones y en las Cabretas. Vio danzar a Diana (la luna) en la esfera primera, a Mercurio en la segunda, a Venus en la tercera, a Apolo el la cuarta, a Martes en la quinta]
[GREGORIO]: Y Jove en la sexta sus haldas en cinta; Saturno bailaba en la séptima esfera.
[Por fin aparece un ÁNGEL, que ve primero a JERÓNIMO, añadiendo]
[JERÓNIMO]: El mismo que ogaño nos vino al ganado.
[El ÁNGEL les habla y les recomienda que no se turben, y Hostín (Agustín), en nombre de todos, le pide les declare el significado de aquellas señales, a lo que responde el ÁNGEL:]
[ÁNGEL]: Pastor, lo que pides decir soy contento, pues tú lo procuras con tanta eficacia. Aquésta se llama la fiesta de gracia do el cuerpo de Cristo se da en sacramento. Tiene esta fiesta principio y cimiento por vía saludable, divina y amena, después que Dios quiso el día de la cena, darse allí mismo al santo convento.
[Entonces ya no les choca a los pastores que la naturaleza hiciese tales muestras. GREGORIO le pregunta en qué manjar pudo Dios darse a sí mismo, y el ÁNGEL le explica éste y otros misterios de la Eucaristía en un diálogo algo pesado. El BACHILLER, según costumbre en otras obras, intercala multitud de textos de la Sagrada escritura; formula por boca de los pastores una especie de credo, pues empieza algunas coplas y aun versos: "Yo creo que tú eres" el que hizo tal o cual cosa, siempre recordando pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. Viene en seguida la adoración. JERÓNIMO entona el "Te Deum" en castellano; AMBROSIO un "Sancto, sancto;" GREGOIO el "Coeli enarrant," así:]
[GREGORIO]: El cielo y la tierra muy llenos están de la majestad, Señor, de tu gloria; el coro apostólico digno de historia, con más tus profetas mil gracias te dan. Igregia te adora so forma de pan a Ti y a tu Hijo con el Paracleto; tú entraste en el vientre púdico y perfeto para liberarnos del fiero Satán.
[JERÓNIMO dice también:]
[JERÓNIMO]: Dichosa la madre, Señor, que te dio las tetas beatas con pobre endeliño; dichosas crepundias en que, cuando niño, tu cuerpo sagrado, Señor, se envolvió. Dichoso el buen viejo que a ti te sirvió en el portalejo, mi Dios, a do estabas, do tanta pobreza desnudo pasabas titando de frío por mí que aquí estó.
[Después de estos loores, AMBROSIO pregunta al ÁNGEL cómo es la Jerusalem celeste que esperamos. El ÁNGEL le responde con un texto del Apocalipsis:]
[ÁNGEL]: Es toda, pastores, bruñida y cuadrada, por mano divina reglada y medida, de muros dorados muy altos ceñida, de las doze perlas que sigo esmaltada: jaspe, zafiro, beril, esmarada, sardónica y sardio, jacinto y crisol, calcedo, ametisto, cianeo, topazol, la cual a sant Juan le fue revelada.
[Y respecto de los premios, no tienen comparación con nada de lo de aquí. Cansados de preguntar los pastores, determinan volverse a sus cabañas; pero antes quieren cantar ante el Señor: AGUSTÍN los tenores, JERÓNIMO y GREGORIO la cuentra más alta (los contraltos), AMBROSIO lo baxo; y como les falta el tipre, se ofrece el ÁNGEL, diciéndole:]
AGUSTÍN: ¿Y tú cantarás chillidos mayores aquí entre nosotros? ÁNGEL: Yo sí, cantaré. JERÓNIMO: ¿Y di, bailarás? ÁNGEL: También bailaré AMBROSIO: Suplan discretos las faltas y errores
[Cantan efectivamente el villancete]
"Pan sagrado, Dios entero uno y trino eternal verbo divino conserva el hato y apero. Tantum ergo sacramentum, etc."
[Con otras coplillas en el mismo consonante. Son coplas de arte mayor, pero faltan unas dos o tres al principio. Y termina con estas palabras]

Finis.
Scribimus indocti do[c]tique pa[s]sim.
Yanguas.


Texto electrónico por Vern G. Williamsen y J T Abraham
Formateo adicional por Matthew D. Stroud
 

Volver a la lista de textos

Association for Hispanic Classical Theater, Inc.


Actualización más reciente: 26 Jun 2002