JORNADA TERCERA


 
Salen RUT de labradora, ORFÁ, NOHEMÍ, TIMBREO y otros
TIMBREO: Traje es ese merecido de tu ingratitud tirana; que a condición tan villana, con el villano vestido satisfacen desengaños de un mal pagado deseo. Vivido has con un hebreo, princesa, en Moab diez años; que no pudo mi venganza ser a tu padre traidora, hasta que llegó la hora que a Amor pidió mi esperanza. Él es muerto, y yo soy rey; porque necio el reino fuera que en su silla consintiera a un bárbaro de otra ley. Maté a tu esposo atrevido, y también a Quelïón su hermano, que no es razón que diez años, que en tu olvido tirana me atormentaste, no satisfaga mis celos. Venguéme, en fin, y abrasélos como en ellos me abrasaste. Ni viuda mi amor te mueve, ni estimas ser mi mujer, ni el soberano poder del reinar a quien se atreve. El más quieto natural te ha podido persuadir, siquiera, ingrata, a admitir la más pequeña señal de amor, que fuera bastante a refrenar mis rigores, pues aun fingidos favores hacen cortés al amante. A vista estás de Belén, y entre pobreza y congojas a coyuntura, que escojas lo que te estuviere bien. Si la mano me concedes la diadema gozarás de Moab; si firme estás en tu ingratitud, ya puedes satisfacer tus deseos. Crüel sirena, ¿qué lloras? ¿A los hebreos adoras? Ya pisas campos hebreos. Todos de un pastor descienden, que este humilde oficio dan, a la nobleza de Abrahán, los que imitarle pretenden. Pastora eres, ¿qué te quejas si sigues tu inclinación? Por los que pastores son, sublimes púrpuras dejas. Si te arrepientes, escoge. ¡Ay, Rut de los ojos míos, no formes de perlas ríos que abril codicioso coge para convertir en flores! RUT: Déjame, tirano infiel, llorar la muerte crüel de los príncipes mejores que honraron a Palestina; que si el que en presencia está de quien la muerte le da por disposición divina brota sangre, y tú me has muerto, por descubrir tu traición, la sangre del corazón que brotan los ojos vierto. Y la silla en que te asientas, pues de ella mi esposo falta, cuando su corona esmalta de piedras por ti sangrientas, menospreciarle es forzoso; que será afrenta doblada admitir mano manchada en la sangre de mi esposo. Vete y déjame, traidor. TIMBREO: Estima mi cortesía, que aunque forzarte podría, no es villano, al fin, mi amor; y apacienta toscos hatos con rústicos ganaderos, pues son sus pechos groseros de tu ingratitud retratos, a prueba de tu desdén, digno de vestir sayal; que si a la mesa del mal echares menos el bien, podrá ser que su aspereza te obligue a mudar consejos, porque no espanta de lejos el hambre ni la pobreza. Cuando de cerca la toques y conozcas lo que pierdes, como de mi amor te acuerdes, y a pagarle te provoques, a la razón reducida de quien tan lejos estás, la puerta abierta hallarás de tu reino y de mi vida; que mal la podrán cerrar desdenes por más que ofrezcas, pues cuanto más me aborrezcas más, crüel, te pienso amar.
Vase TIMBREO
NOHEMÍ: Hijas, ya que Dios me ha dado el castigo merecido, y sin hijos ni marido en soledad ha trocado mi amorosa compañía; mis contentos en dolor, en llanto eterno mi amor y en tormento mi alegría, a Moab os reducid; no renovéis a mis ojos pasadas penas y enojos; de mis desgracias hüid, que aunque mi pena os desvele ofenderá vuestra dicha, que es contagión la desdicha que á todos pegar se suele. RUT: Madre, no es justo que ansí a quien te adora despidas. Un alma vive en tres vidas; quien las da ser es Nohemí. Yo no te pienso dejar, que esto mi ventura ordena. ORFÁ: Tu fortuna, mala o buena, la nuestra ha de acompañar. Diez años hemos vivido contigo, haciendo experiencia en tu virtud y prudencia. ¡Cuán engañosa ha salido la fama con que las suegras su opinión han desdorado! Madre en tí habemos hallado; con tu vista nos alegras; despedirnos es rigor. NOHEMÍ: ¡Ay, Rut hermosa! ¡Ay, Orfá! ¿Con qué pagaros podrá mi desdicha vuestro amor? A vista estoy de Belén; goza, Rut, agradecida la corona apetecida que has merecido tan bien. Goza en amorosos lazos al homicida crüel de mis hijos, que con él, entre lícitos abrazos refrenarás desconsuelos que es de renovar conmigo. Con miserable castigo quisieron vengar los cielos en mis hijos el dejar su Dios y ley verdadera. De la ambición lisonjera se dejaron engañar. De Dios la justicia estimo, como su esclava le adoro; pero como madre lloro y en su muerte me lastimo. No pierdas, mi Rut, por mí lo que por naturaleza heredas; ni tu belleza, Orfá, desprecies ansí. Allá os casaréis las dos por madre a Moab tenéis; no es bien que peregrinéis extranjeras. Hágaos Dios dichosas, págueos el bien. que en vuestra patria me hicisteis; premie el amor que tuvisteis a mis dos hijos también; que ni desdichas ni agravios bastarán a que os olvide. Si Amor, cuando se despide, suele imprimir con los labios recuerdos en la memoria, dejadme sellar con ellos hijas, vuestros rostros bellos, y seré la postrer gloria que a mi dicha deberé.
Abrázalas
Prospere vuestra ventura el cielo. RUT: No está segura sin vos, madre, si se ve. ORFÁ: Por no aumentar tus enojos habré de seguir tu gusto. Bien conoce el cielo justo, siendo testigos mis ojos, lo que el apartarme siento a esta ocasión de las dos. Adiós, madre, prima, adiós. RUT: Turba a la lengua el tormento. Quien amando se despide habla poco y mucho siente. NOHEMÍ: Dios tus dichas acreciente y jamás de ti se olvide.
Vase ORFÁ
NOHEMÍ: Vete, mi Rut, con tu prima donde segura reposes; goza tu tierra, tus dioses y el esposo que te estima. ¿Qué esperas de mi pobreza, ni mis hados infelices? RUT: Cuanto más me contradices aumentas más mi tristeza. Sombra he de ser que te siga; viviré donde vivieres; seguiréte donde fueres, ya la suerte te persiga, ya de fortuna mejores. Tu patria es mi patria ya; tu ley preceptos me da; adoraré el Dios que adores. Un pueblo ha de recibirnos, una cama ha de abrigarnos, una mesa sustentarnos y una tierra ha de cubrirnos. Plegue al cielo que me niegue su luz el planeta hermoso, me persiga un envidioso y a ver tu patria no llegue, cuando imposibles sean parte para que en tu companía no viva alegre hasta el día que la muerte nos aparte. NOHEMÍ: A tal amor, tal lealtad, ingrata es mi resistencia. Aliviará tu presencia mi viudez y soledad. Ésta es Belén, Rut querida. RUT: Nuevo gozo cobro en vella. NOHEMÍ: Entremos, y veré en ella si la patria al pobre olvida. Parientes ricos dejé, a muchos favorecí, a muchos sustento di, muchas hüerfanas casé. Por fuerza habré de probar agora para vivir si la cara del pedir es la misma que del dar, y si es tan emparentada en Belén la adversidad como la prosperidad. RUT: Esa prueba es excusada, no hay para qué hacerla intentes; que aunque veas alaballa, ni la verdad posada halla, ni la pobreza parientes.
Vanse. Salen LISIS y GOMOR, pastores
GOMOR: Lisis ¿cuándo han de cesar, dime, tus desdenes locos? Sino es que llore los mocos, no tengo ya que llorar. ¿Qué gato en camaranchón anda como yo maullando, qué borrico rebuznando en prado, establo ó mesón? ¿Qué berraco de concejo gruñe cual yo y se embarrincha, o qué cuartago relincha, sin albarda ni aparejo, cuando topa a la mohina cual yo? Mira que me matas con esa cara de natas. Ya he llorado hasta la orina; no reposo en ningún cabo, mojadas tengo las parvas, dos años ha que las barbas no me quito, ni me lavo la cara, que con pezuñas tal vez cubren telarañas; lleno me traes de legañas; del yeme tengo las uñas. Ten mancilla, Lisis mía, de que ande ansí tu Gomor; porque si esto no es amor, al menos es porqueria. Sírvame esto de castigo: dame a hocicar esa mano. LISIS: Bocado comido, hermano, dicen que no gana amigo. Un tiempo te amaba yo, mas como el pan te comiste y darme de él no quisiste, mi amor de hambre se murió. GOMOR: ¿Medio pan, Lisis discreta, entre dos de qué servía, sabiendo tú que venía con más hambre que un poeta? ¡Siempre os habemos de dar! ¿No habrá una mujer que quiera, de balde? ¿Es amor gotera que nunca tien de parar? ¿No basta ser gentilhombre? LISIS: Como de Adán descendéis, su nombre es bien que imitéis. GOMOR: Pues bien, ¿qué hay en ese nombre? LISIS: Que ha de dar el que de Adán deciende, he sacado yo; que por eso se llamó Adán, que se acaba en dan. GOMOR: ¿En dan? ¿pues es tamboril? LISIS: Y si en los nombres me fundo, la primer mujer del mundo, este secreto sutil también con el suyo aprueba. GOMOR: Eso no más mos faltaba. LISIS: Pues ven acá. ¿En qué se acaba el eco del lleva? GOMOR: En "Eva." LISIS: Luego quien no da no es hombre, ni quien no lleva, mujer. GOMOR: De aquí saco que ha de ser desde hoy "lleva" vueso nombre. LISIS: No hay sin dar ninjún galán, ni sin llevar dama a prueba, pues lleva se acaba en "eva," como Adán se acaba en "dan." Pues no has dado, no hay amores. GOMOR: Ya os doy a los diabros yo, y a quien tanto os enseñó. LISIS: Venido han los segadores, Gomor, de Bohoz, nueso amo, porque hoy comienza la siega. GOMOR: ¿Si no os dan, no amáis, borrega? ¿Chancera sois? pues no os amo.
Sale HERBEL
HERBEL: Salve y guarde. Es tiempo ya de aprestar dediles y hoces. LISIS: ¡Oh, Herbel! Si el tiempo conoces en casa el agosto está. HERBEL: Dolióse Dios de Israel. Buena cosecha esperamos.
Sale ASAEL
ASAEL. Manténgaos Dios. Acá estamos todos, pardiez. GOMOR: ¡Oh, Asael! Oraciones de Bohoz mos han dado el año lleno; HERBEL: Es santo Bohoz. LISIS: Es bueno. ASAEL. Embotada estaba mi hoz diez años ha, y de orín llena, que el hambre la daba empacho; pero ya ha vuelto el gazpacho a dar filos a la cena.
Salen ZEFARA y JABEL
ZEFARA: Año, buen año. HERBEL: ¡Oh, Zefara! ¡Oh, Jabel! De aquí adelante no habrá hebreo mendigante. JABEL: Todo lo llena la hartura. ¿No sabéis quién ha venido a Belén? LISIS: ¿Quién? JABEL: Nohemí. ASAEL. ¿Decíslo de veras? JABEL: Sí. GOMOR: El sustento nueso ha sido. LISIS: ¿Viene rica? ZEFARA: Antes tan pobre que no tiene que comer. HERBEL: ¿Pues y el avaro Eliacer? ZEFABA. No hay vicio de quien no cobre Dios, en plazos de venganza, la justa satisfacción. Negónos la provision, hizo de Belén mudanza, y en Moab diz que perdió la hacienda y vida. GOMOR: ¡Oste, puto! JABEL: No trae más que llanto y luto Nohemí, que allá se dejó muertos los hijos. ASAEL: ¿Y vive? JABEL: Sin que haya quien la socorra. LISIS: Si el beneficio se borra al tiempo que se recibe, y el agravio en piedra está eternamente esculpido, el odio que su marido tuvo a todos durará, sin que haya memoria alguna de lo que a Nohemí debemos. HERBEL: Todo este mundo es extremos. ASAEL: Gobiérnale la fortuna. JABEL: Trae la más hermosa nuera que ha visto Efratá, consigo. GOMOR: Sin hacienda, buen abrigo trae de allá. ZEFARA: Diz que en Moab era princesa. HERBEL: ¿Pues quién la fuerza a venirse acá a morir de hambre? ZEFARA: El no consentir, Herbel, casarse por fuerza, y el amor que en Nohemí fundo. GOMOR: ¿En su suegra? ZEFARA: ¿Qué te espanta, sabiendo que es una santa? GOMOR: La primer nuera es del mundo de ese humor. LISIS: Pues del buen trato eso y más. GOMOR: Será por yerro. Suegra y nuera, gato y perro no comen bien en un plato. LISIS: Dejad eso y aprestemos la siega. HERBEL: Aquí está mi hoz. JABEL: Antes que venga Bohoz con bendición empecemos; pero esperad, que Nohemí de quien hablamos es ésta, y la moabita. ASAEL. ¡Y qué honesta! GOMOR: Noramala para mí.
Salen RUT y NOHEMÍ
RUT: Pues que la pobreza fiera en ninguno halló piedad, porque la necesidad es en su patria extranjera, para poder sustentarte, señora y madre querida, yo tomo a cargo tu vida. Cánsate ya de cansarte pidiendo a quien socorrer te pudiera y dice ultrajes, que no hay más de dos linajes, que es tener y no tener. Tus deudos tienen; si afrenta la falta, madre, de bienes, ¿qué mucho, cuando no tienes, que te nieguen por parienta? No pruebes pechos, Nohemí, que la hacienda endureció, que avergüenza mucho un no a quien dijo a todos sí. Princesa he sido y señora, mas la pobreza maestra y Amor, que todo lo muestra, me enseña a ser labradora. La siega ha empezado ya. Ya Céres da su tesoro a agosto en espigas de oro; la gente ocupada está en afeitar los cabellos al campo, que da en despojos a las eras sus manojos colmando los trojes de ellos. Espigadera he de ser, si princesa hasta aqui he sido. NOHEMÍ: Hija, si el reino has perdido por mí, no es justo perder el respeto a tu valor. Quien debajo el solio real se crió llevará mal desacatos del calor. Atrévase el hambre vil a hacer en mi vida prueba, primero que el sol se atreva a ese coral y marfil. No es bien que oficio te cuadre tan tosco como crüel. RUT: No vale más que otro aquel que no hace más que otro, madre. Deja que en la siega coja espigas que el rico olvida, pues antes que se las pida las da el campo y no se enoja. Algún padre habrá clemente de familias, sin codicia del trigo que desperdicia mientras lo siega su gente, que dejándome espigar me dé con que sustentarte. NOHEMÍ: Estatuas puede labrarte la piedad, ponerte altar. Bendecid, cielos constantes, a Rut, que humilde os obliga; haced que mientras espiga coja por granos diamantes. Jamás su memoria muera, y el Amor, mientras espiga pan, con nuevo blasón, diga, la mejor espigadera. ZEFARA: Seáis, Nohemí, bien venida. NOHEMÍ: No me llaméis más Nohemí, que es hermosa; amarga sí; viuda sola y afligida. ¿Por qué Nohemí me llamáis, si no es razon que me cuadre tal nombre? JABEL: No lloréis, madre, que el corazón nos rasgais.
Sale BOHOZ, que será el mismo que hizo a MASALÓN, con un gabán y montera como noble en el campo
BOHOZ: ¡Ea, amigos, a la siega! TODOS: Vamos en nombre de Dios.
Vanse GOMOR, LISIS, HERBEL, AZAEL, ZEFARA y JABEL
RUT: Volveos, madre, a casa vos, y lo que mi amor os ruega haced. NOHEMÍ: ¡Ay, Fortuna fiera! bien tu inconstancia se ve, pues la que princesa fué ya es humilde espigadera.
Vanse NOHEMÍ y RUT. Al irse RUT se van mirando muy de espacio ella y BOHOZ
BOHOZ: Válgame el Dios de Sión! ¿Quién es esta mujer bella, que me ha dado sólo en vella mil vuelcos al corazón? No la he visto en esta tierra otra vez; más bajará a la siega de Judá, como suelen, de la sierra, con los demás montañeses. Detrás de los segadores coge espigas, vierte flores, perlas siembra y lleva mieses. ¿Hay más bella compostura? ¿Hay más compuesta beldad? Más puede la honestidad con amor que la hermosura. Pues si es compuesta y hermosa ¿qué mucho valga por dos? ¿Yo sin armas, amor Dios, y la Ocasión poderosa? Peligro corréis, sosiego, que si el sol de agosto abrasa y el de amor el alma pasa ¿quién sufrirá tanto fuego? En un misterioso sueño quiso el cielo revelarme que no tengo de casarme, ni mi amor llamará dueño sino a una mujer moabita, cuya virtud y humildad honre mi posteridad con descendencia infinita. Por esta causa hasta agora a nadie la llave he dado del alma donde se ha entrado esta hermosa labradora. ¿Cómo, abrasados antojos, entró, si a puerta cerrada estaba el alma guardada? Mas si sirvieron los ojos de puertas, que hallando abiertas, conquistó ¿qué hay que dudar? pues mal se podrá guardar casa que tiene dos puertas. El donaire con que espiga enamorando al Amor le transforma en segador; y porque sus pasos siga, en vez de espigas, arroja a racimos las estrellas, que al bajar las manos bellas se estorban porque las coja. Ya no con alas veloz la aljaba a los hombres echas, pues arrojando las flechas, Amor, del arco haces hoz, y como sin vista llegas derribando cuanto alcanzas, segando mis esperanzas a ciegas mis dichas siegas.
Gritan dentro
Ya cantan mis segadores. Haceos, pensamientos vanos, espigas, porque en sus manos deis fruto, pues que sois flores.
Cantan dentro
MÚSICOS: "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela." HERBEL: Quién espiga se tornara Dentro costara lo que costara, porque en sus manos gozara las rosas que hacen su cara por agosto primavera.
Cantan
TODOS: "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela." UNO: ¡Vítor! Dentro TODOS: ¡Vítor! Dentro BOHOZ: ¡Qué alegría han dado a mi corazón! ¿Hay siega con más razón? GOMOR: Va la mía, va la mía. Dentro
Cantan dentro
GOMOR: "Si en las manos que bendigo fuera yo espiga de trigo, que me hiciera harina digo y luego torta o bodigo, porque luego me comiera." TODOS: "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela." ¡Vítor, Gomor! ASAEL. Lindamente Dentro lo habéis dicho. GOMOR: Aunque grosero Dentro ¿qué queréis? yo so coplero. BOHOZ: Envidia tengo a mi gente, pues donde ponen los pies sus bocas pueden sellar. GOMOR: Lisis, la tuya has de echar. Dentro TODOS: Diga Lisis. Dentro LISIS: Digo, pues. Dentro
Cantan dentro
"Si yo me viera en sus manos perlas volviera los granos, porque en anillos galanos en sus dedos soberanos eternamente anduviera." TODOS. "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela." GOMOR: Ésta se lleva la gala. Dentro ¡Viva Lisis! TODOS: ¡Lisis viva! Dentro BOHOZ: Ya amor el alma cautiva; fuego por la vista exhala.
Llama
Segadores--¡Ah, Gomor, Lisis, Asael! TODOS: Nueso amo. Dentro GOMOR: ¿Llama acaso? Dentro BOHOZ: Llamo y amo entre las llamas de Amor.
Salen GOMOR y HERBEL
GOMOR: ¿Qué es, nueso amo, lo que manda? BOHOZ: ¿Quién es esta espigadera que las almas, vueltas cera, con manos de nieve ablanda? HERBEL: Ésta es nuera de Nohemí, moabita en profesión, esposa de Masalón, que fué, según lo que oí, princesa; pero llevada del amor de nuesa ley, con el moabita rey menospreció estar casada; y por sustentar su suegra, desde la soberbia silla, cogiendo espigas se humilla y a cuantos la ven alegra. BOHOZ: ¡Válgame el Dios deseado! ¡Que en una idólatra ansí halló la viuda Nohemí lo que en sus deudos no ha hallado! ¡Que una princesa excelente con ejercicio tan bajo, a costa de su trabajo ansí a su suegra sustente! Si honesta, humilde y hermosa conquistado mi pecho ha, poderoso Amor, ¿qué hará socorrida y virtuosa? Y si con una moabita quiere el cielo que me case, ¿qué milagro es que me abrase? Ya vienen con fiesta y grita, y tras ellos el cristal - de los pies que a amor provocan, volviendo el trigo que tocan de trechel en candeal.
Salen los segadores cantando y RUT tras ellos lleno de espigas el delantal
TODOS: "A la espígaderuela linda el Amor sus flechas rinda; a la espigaderuela honesta hagan estos campos fiesta." UNO: "Arcos haga nuesas hoces, flechas las espigas bellas que tire al Amor con ellas contra las suyas veloces; las nuesas con tiernas voces cantando la den la gala, y a los pies de la zagala Flora ramilletes rinda." TODOS: "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela."
Estánse mirando RUT y BOHOZ mientras cantan
UNO: "Vuélvase a vestir de flor el prado que agosto seca, pues con su vista se trueca en primavera mejor. Más pica el fuego de amor que el fuego del sol ardiente su hermosura es fresca fuente que en vasos de cristal brinda." TODOS: "Segadores, afuera, afuera, dejen llegar a la espigaderuela." BOHOZ: Bendigan tu hermosura los cielos cristalinos, hermosa espigadera, como yo te bendigo. Peregrina piadosa, enamorado hechizo, princesa del Amor si de Moab lo has sido, a tus hermosas plantas las de este claro río humillen por besarlas los cuellos más altivos. Vuelva a brotar el prado jazmines, rosas y lirios, coronas de tus pies, de mi esperanza grillos. No quede ruiseñor, pintado jilguerillo, calandria y oropéndola en árboles y en nidos, que alegres y bizarros, de amor y pluma ricos, no ofrezcen a tus plantas en vez de labios, picos. Mil veces venturosas las hazas de mis trigos, los pagos de mis mieses, pues ver han merecido primicias de sus partos en el cristal bruñido de aquestas manos bellas, a quien el alma rindo. No ausentes de mi siega, por otras que ya envidio, los soles de tu cara, risueños y benignos; que sin llegar a colmo, en fe de tal castigo, se anublarán las mieses que viéndote han crecido. Sigue mis labradoras, que en fe de que te sirvo, solícitas y alegres las pongo en tu servicio. Recoje espigas rojas, serán plumajes ricos del oro que tus brazos guarnecen cristalinos. RUT: ¡Oh, generoso hebreo! ¿De dónde ha merecido una romera pobre tus ojos ver propicios? La tierra humilde beso que honraron tus vestigios, ilustre patriarca del pueblo circunciso. (Retrato es verdadero Aparte y espejo donde miro de mi difunto esposo el simulacro vivo. Pero si de Bohoz mi Masalén fue primo, ¿qué mucho que una sangre de dos haga uno mismo?) ¿Quién, noble betlehemita te obliga a que benigno ampares extranjeros y hospedes peregrinos? BOHOZ: Ya, moabita hermosa, hazañas he sabido de tu piadoso pecho, de tu valor benigno; ya sé que el reino dejas a tu virtud debido, la patria en que naciste, el tálamo ofrecido, la ley que cuerda truecas, por la que el dedo ha escrito de Dios, que dió a Moisés, nuestro primer caudillo. La caridad más nueva que vieron nuestros siglos que con tu suegra usaste, pues al humilde oficio de espigadera pobre el trono has reducido por sólo sustentarla del majestuoso sitio. Colme de bendiciones el Señor infinito, que Dios Israel llama, trabajos tan lucidos, mudanza tan dichosa, amor tan inaudito; mas sí hará, que en sus alas te dé su sombra abrigo. RUT: Ya yo la experimento, pues ha hallado contigo gracia mi buena suerte. Juez amoroso y pío, mi alma has consolado, mi pecho enternecido, pues liberal ensalzas mis méritos indignos. Aun ser esclava tuya mi amor no ha merecido, la tierra que has pisado, el aire que respiro. BOHOZ: (¿Hay humildad tan grande? Aparte ¿Hay más bello prodigio en cuantos celebraron imágenes y libros?)
Gritan dentro
RUT: Ya vuelve a su tarea el escuadrón sencillo de nuestros segadores. si gustas, señor mío, siguiendo sus trabajos proseguiré mi oficio. BOHOZ: E igualarás tus gracias a sus granos de trigo. Ve, hermosa espigadera, despoja el vellocino que a la desnuda tierra dió Céres pgr vestido; saque a a mis gavillas los fértiles racimos que en órdenes dispuestas componen granos limpios, y en cada huella tuya produzca el Amor niño contra el calor que abrasa claveles y narcisos.
Vase RUT
BOHOZ: Lisis, señora, espera; escucha, Herbel amigo, así tu mesa cerque amor de alegres hijos, que de esta espigadera cuidéis tan advertidos que muestre su regalo que sois zagales míos. Cuando de Céres fértil cortéis el fruto opimo desperdiciad manojos de industria perdedizos, llenadla el delantal, y servira su lino de mesa que al Amor ponga en manteles limpios. Si la sed rigurosa agravios del estío formase, id a las fuentes del bosque más vecino, brindadla, mis zagales, con su raudal nativo, que es Melec mi Rut bella, y así beberá frío. Si el rústico vinagre y el fruto del olivo con líquidos abrazos diere al calor alivio, cuando mojéis el pan rogadla comedidos, llamadla diligentes, servidla agradecidos. Mirad que vive en ella mi alma, y que consigo me lleva el corazún ganado por perdido.
Vase BOHOZ
GOMOR: Picado va nueso amo. LISIS: Hagamos lo que dijo, que Rut, Gomor, merece del sol ser bello signo. HERBEL: ¡Pluguiera a Dios que en ella tuviera Bohoz un hijo de quien nacieran reyes! GOMOR: Amor todo es principios. Quillótrele una vez, que siendo él mozo y rico, y ella muchacha y bella hecho va ya el partido.
Vanse todos. Salen ELFÍ, NOHEMÍ y ASA
ELFÍ: La hacienda que de Belén llevaste a Moab pudiera socorrerte. Ya te ven pobre, Nohemí, y extranjera; porque, si lo miras bien, aunque ésta tu tierra ha sido, no hay patria más natural como la hacienda. Has venido viuda, sola y sin caudal. Fue avariento tu marido, sus parientes despreció; que te desprecien, Nohemí, no te espantes. NOHEMÍ: Ya sé yo que aunque a muchos socorrí siempre en la arena escribió sus cartas de obligación. ........................ ........................ ........................ ........................ Deja razones prolijas, con que mi pobreza corres, y mis penas no corrijas; que pues que no me socorres, no será bien que me aflijas. Mi sobrino solías ser, pero ya lo negarás. ELFÍ: Estoy pobre, ¿qué he de hacer? NOHEMÍ: Rico me han dicho que estás. ELFÍ: Sustento hijo y mujer; no he de quitárselo a ellos para gastarlo contigo. Adíos.
Vase ELFÍ
NOHEMÍ: Vete, Asa, con ellos. ¡Ah tiempo, que del amigo son el toque tus cabellos! Tus canas y desengaños me enseñan a no fïar en deudos, que ha vuelto extraños el interés, que a mudar basta la cara y los años. Si yo próspera viviera, ¡qué de deudos me cercaran! ¡Qué de parientes tuviera! ¡Qué de casas me hospedaran! ¡Qué reverenciada fuera! Pero, en fin, si el no tener es casi no ser, quien venga en su patria a empobrecer no se espante que no tenga deudos, pues no tiene ser.
Sale RUT
Sólo en Rut este argumento ni tiene fuerza ni vale; pues deja el reino opulento y a ganar humilde sale con su sudor mi sustento. ¡Cielo! Pagádselo vos, pues yo no tengo con qué. RUT: Ya, madre, gracias a Dios y al noble Bohoz, hallé con que comamos las dos. Tres celemines de trigo traigo; ¿no he espigado bien? NOHEMÍ: Mil veces tu amor bendigo. RUT: Carne y pan traigo también, querida madre, conmigo. Asentáronme a su mesa los piadosos segadores, y entre su hambre y mi priesa de los bocados mejores para vos guardé una presa. Venid, señora, a comer. NOHEMÍ: (¡Cielos! premiad tal virtud; Aparte eternizad tal mujer!) ¿Y en qué hacienda pues, mi Rut, quiso el cielo socorrer tu trabajo y mi esperanza? Dios a su dueño bendiga. RUT: De Bohoz es la labranza. NOHEMÍ: Déle Dios por cada espiga más oro que Arabia alcanza. RUT: ¡Ay, madre, que he visto en él, de mi amado Masalón la imagen mas viva y fiel que pudo la imitación fïar del mejor pincel! ¡Ay, madre, qué voluntad le debo, aunque se la pago! ......................... ¡Con qué cariño y halago cautivó mi libertad! ¡Ay, madre, que sus razones están llenas de elocuencia, de gusto sus bendiciones, de autoridad su presencia, de dicha sus persuasiones! ¡Ay, madre, que hablando obliga; que enamora cuando ve; que con su ausencia castiga! ¡Y, ay, madre, en fin, que no sé qué tengo ni qué me diga! NOHEMÍ: Bendígale Dios, amén, pues que a los vivos socorre y a los muertos hizo bien. Jamás el olvido borre su memoria de Belén. El pariente más cercano era, mi Rut, de tu esposo, porque era su primo hermano. RUT: En su talle generoso le miro. NOHEMÍ: Por más anciano hay otro deudo primero que Bohoz, cuya obligación, si atenerme a la ley quiero, el nombre de Masalón que en tí propagar espero tiene de resucitar dándote mano de esposo. RUT: No hará, madre, ese pesar el cielo a mi amor piadoso. Sólo a Bohoz ha de amar por dueño suyo mi vida. NOHEMÍ: El cielo tu dicha ordena. RUT: Hoy a sus deudos convida para una espléndida cena. NOHEMÍ: Costumbre es ya recibida en Judá cuando se empieza el agosto, que el senor de las mieses, si riqueza tiene, haga, a lo labrador, alarde de su largueza. Cenan todos en las eras, y luego sirven de camas las parvas, aunque groseras. Mas pues limpiamente le amas y el favor del cielo esperas, él me debe de animar para que cosas te diga que esta noche han de añudar lazos que el Amor bendiga y alivien nuestro pesar. Ven, que ya el cielo procura contra la Fortuna atroz despertar nuestra ventura; pues sólo es digno Bohoz de tu virtud y hermosura.
Vanse las dos. Salen todos los pastores
LISIS: ¡Brava cena! ZEFARA: Cual su dueño. HERBEL: Bohoz es rico y liberal. GOMOR: No hay cena, Lisis, igual como el vino para el sueño. ASAEL: Poderosamente habemos cenado. GOMOR: Y mejor bebido. Yo vengo medio dormido. JABEL: Parvas mullidas tenemos libres de pulgas y chinches. GOMOR: No me cabe en la barriga la cena, Lisis amiga. LISIS: Tal embutes cuando hinches. GOMOR: Buscar quiero do me acueste. LISIS: ¡Cuál debes de estar! GOMOR: Ya ves fayancas me hacen los pies.
Sale BOHOZ
BOHOZ: Amigos. GOMOR: Nueso amo es éste. BOHOZ: ¿No es hora de reposar? GOMOR: Yo al menos a echarme voy. BOHOZ: Huésped esta noche soy de las eras. HERBEL: Buen lugar hay aquí sin que os ofenda el cuidado y la ambición. GOMOR: Sea en vos la ejecución, y echaos sobre vuesa hacienda. BOHOZ: Idos a dormir vosotros.
A LISIS
GOMOR: Rolliza y hermosa estáis. ¡Plega a Dios que no me hagáis en sueño, Lisis, quillotros.
Vanse los segadores
BOHOZ: Niño Amor, que por señal de lo que los campos precias, los de tu Chipre antepones a las cortes opulentas. Cuidadoso labrador que esperanzas verdes siembras y amorosos pechos labras que después con llanto riegas; tú, que las mieses sazonas y arrancas después sospechas, de pensamientos cizañas con que tus frutos desmedran; tú, que estando en posesión, coges tu agosto y cosecha en granos de hijos sabrosos, siendo el tálamo tus eras, labrador soy como tú; una hermosa espigadera trilla pensamientos castos que ofrecen memorias tiernas. Sopla manso y favorable, limpia las aristas secas de estorbos siempre enfadosos que con tu trigo se mezclan. Coja yo lícitos frutos de la tierra más honesta que tu heredad fertiliza, que las memorias celebran. Si en una mujer gentil he de tener descendencia de quien proceda el Mesías que Israel tanto ha que espera, sea Rut, piadoso Amor; que si significa piedra, en piedras hace señal el arado de tus flechas. ¡Ay, sol del alma que alumbras! ¡Si en mi pecho amanecieras y con tu vista alegraras de mi pesar las tinieblas! Sosegad, cuerpo, entretanto que los pensamientos velan. En las faldas de la noche dormid, ojos, hasta verla.
Échase una parva de espigas y se duerme. Sale RUT
RUT: Los consejos de Nohemí, madre en obras, aunque suegra, sola y de noche me traen, bien que enamorada honesta. Durmiendo está aquí Bohoz; costumbre dicen que es vieja en las tribus de Israel cuando algún varón intenta casarse, en vez de la mano y el sí que al libre sujeta, cubrir con su misma capa de su esposa la cabeza. Ésta es ley del matrimonio hebreo, en señal y muestra que el marido es el abrigo de la mujer casta y cuerda. Buen testigo, Amor, sois vos, que no lascivas quimeras ofenden la honestidad que limpia el alma conserva. Persuasiones de Nohemí; celestiales influencias que en proféticos avisos certifican sus promesas, me traen, puesto que amorosa, tan segura, que en ofensa del honor que reverencio le haré de mi vida ofrenda. Temblando voy, Dios piadoso de Israel, a quien confiesa mi fe, libre del engaño que idólatras almas ciega. Sed vos conmigo animándome, y en vuestras llamas eternas abrasad mi casto amor, pues que limpian y no queman. A sus amorosos pies reclinando la cabeza cumplo, Nohemí, noble y sabia, las leyes de tu obediencia.
Échase a sus pies y despierta BOHOZ
BOHOZ: ¡Válgame el nombre inefable del Señor! ¿Quién me despierta, y lo que soñando goza el alma desasosiega? ¿Quién está aquí?
De rodillas
RUT: Yo, Bohoz. Soy Rut, una esclava vuestra, que en vuestro amparo segura su honra y vida os encomienda. El pariente más propincuo sois en sangre y en nobleza de mi esposo malogrado. La ley de Moisés ordena que resucitéis su nombre; pues murió sin descendencia, honrad su posteridad y cubridme la cabeza.
Con un cabo del gabán, le cubre la cabeza
BOHOZ: Mil veces bendita tú, pues que la piedad primera con la segunda aventajas, ejemplo de la belleza. Agradézcate mi amor con el alma y con la lengua la elección que de mí hiciste, cuando pudieras hacerla de la juventud lozana de Belén, de la riqueza de Efratá, que tu hermosura cuantos la habitan rindiera. No niego de Masalón el deudo y naturaleza, pero hay otro más propincuo en quien esa ley se emplea.
Levántanse
Propondréle tu virtud, tan grande que la celebran cuantos vecinos ampara nuestra patria entre sus puertas. Diréle su obligación. Quiera el cielo y mi amor quiera que asegure con un no mi vida porque no muera. Si me cede su derecho, y el sí y la mano te niega con todas las ceremonias que dispone la ley nuestra, pídame albricias Judá, envidia Israel me tenga, la fama mis dichas cante, esculpa en bronces y en piedras nuestro amor la eternidad, porque el olvido no pueda borrar con sus tristes sombras nuestra historia alegre y tierna. Ya el sol a su misma luz saca a enjugar las madejas que cada noche en el mar lava cuando en él se acuesta. Al interesado voy a hablar de tu belleza. Vuélvete a casa segura; di mi contento a tu suegra, que hoy tienes de ser mi esposa, porque a un mismo tiempo tengan mis trojes y mi esperanza de trigo y de amor cosechas. Galas de bodas prevén; mas no es bien que las prevengas, que si ansí me enamoraste, ansí esposa es bien te vean. Saldránte a echar bendiciones nuestras matronas hebreas, porque sea espejo suyo la mejor espigadera. RUT: Si yo tuviera palabras para agradecerte... BOHOZ: Deja de amor exageraciones, que la lisonja usa de ellas, y dime ¿qué tanto me amas? RUT: Como el sol a su luz bella, que no hallo ejemplo mejor con que imitar mi pureza. BOHOZ: ¿Serás mi esposa? RUT: Y tu esclava. BOHOZ: ¿Querrásme sabia? RUT: Y honesta. BOHOZ: ¿Mudaráste? RUT: Como un monte. BOHOZ: ¿Ceñirásme? RUT: Como hiedra. BOHOZ: ¿Tendrásme? RUT: Como a señor. BOHOZ: ¿Llamarásme? RUT: Mi cabeza. BOHOZ: ¿Recibirásme? RUT: En el alma. BOHOZ: ¿Y guardarásme? RUT: Obediencia. BOHOZ: ¡Qué gloria! RUT: ¡Qué dulce vida! BOHOZ: ¡Ay, mi sol! RUT: ¡Ay, cara prenda! BOHOZ: Adiós, dulce esposa. RUT: Adiós. BOHOZ: Contigo voy. RUT: Tú me llevas.
Vanse los dos. Sale GOMOR, corriendo tras LISIS. Luego más pastores
LISIS: ¿Estás loco? GOMOR: Estoy borracho. LISIS: ¿Qué me quieres? GOMOR: Que me quieras. LISIS: ¿Agora sales con eso? GOMOR: Agora salgo con ella. Pardiós, Lisis de mi vida, que soñaba... LISIS: Siempre sueñas. GOMOR: Que parías un muchacho, con todas sus pertenencias; pescudaba la comadre cuyo es el niño, y tú mesma entre los ayes del parto con una voz de manteca decías, "¡Ay! de Gomor, su nombre quiero que tenga, Gomor quiero que se llame, Gomor le nombra su abuela." y el rapaz que te imitaba, la boquilla medio abierta, en vez de decir, "gua, gua," decía, "go, go, denme teta." Esto sé ha de ser verdad; la mano y el alma venga, que pues ya de mí pariste, no casarte es desvergüenza. LISIS: Anda, vete en horamala. GOMOR: Para ti será mi hacienda, para ti mi pegujar, para ti mi buey y ovejas, para ti el alma y la vida, y para ti mi borrega y estos brazos gomorriles.
Abrázala
LISIS: ¡Ay, Dios! aquí de la siega, que hurtan ladrones el trigo. GOMOR: No des voces. LISIS: ¡Que se llevan las gallinas! GOMOR: ¡Oh, bellaca! Bien sabéis guardar las vuesas.
Salen los pastores con bieldos y horcas
JABEL: ¡Mueran los ladrones todos! GOMOR: Por mí, Jabel, mas que mueran. HERBEL: Todo este bieldo le encajo. ¿Qué es del ladrón que os altera? LISIS: No hay nadie; que me burlaba. GOMOR: Mamáronla. ZEFARA: ¡Buena flema! LISIS: Por despertaros lo hice.
Sale ASAEL
ASAEL: Segadores, buenas nuevas. Hoy no habéis de trabajar, que es día de boda y fiesta. GOMOR: ¿Cómo? ASAEL. Nueso amo se casa. LISIS: ¿Con quién? ASAEL: Con la espigadera. GOMOR: ¡Miren si lo dije yo! HERBEL: ¿Tan presto? ASAEL: Amor todo es priesa. Vestida de labradora, porque luzca su belleza, como el sol entre las nubes, flores vierte y rosas siembra. Toda Belén la acompaña, y de casa de su suegra, Bohoz la lleva a la suya, para que a la noche sean las bodas. LISIS: Que buena pró les haga. GOMOR: Que los dos vean tataranietos y choznos que en cuatro mundos no quepan. ASAEL: Todos han salido acá; y con músicas y fiestas, en competencia bailando, los segadores se alegran. LISIS: ¿Pues qué aguardamos nosotros? Aquí traigo castañetas como el puño. GOMOR: Y yo pulgares que las arrojan más tiesas. Mas, pues nueso amo se casa, ¿no haremos nosotros sendas matrimoñaduras? LISIS: Digo que soy tuya. GOMOR: Alto, pues, vengan los dos puños. LISIS: Uno basta. GOMOR: No basta. Testigos sean que me he casado a dos manos cuantos están en las eras.
Sale toda la compañía de labradores, y de las manos BOHOZ y RUT; sale NOHEMÍ; cantan y bailan los pastores
UNO: "Ésta sí que se lleva la gala, de las que espigaderas son. Ésta sí que se lleva la gala, que las otras que espigan non. Viertan todos trigo sobre la cabeza digna de coronas. TODOS: De la espigadera. UNO: Echen bendiciones que del cielo vengan y a montones caigan. TODOS: En la espigadera. UNO: Alaben los cielos, celebre la tierra, coronen los campos. TODOS: A la espigadera. UNO: Que ella es la primera gloria del amor. TODOS: Y ésta si que se lleva la gala, que las otras esposas non." BOHOZ: De Rut y Bohoz nació Obed, y por línea recta de Obed, Jesé, que fué padre de David, rey y profeta. de quien, decendiendo Cristo, hace la memoria eterna de Rut, que esta historia llama la mejor espigadera.
Descúbrese un árbol, y en él la descendencia de David, desde Jesé hasta Bohoz

FIN DE LA COMEDIA


Texto electrónico por Vern G. Williamsen y J T Abraham
Formateo adicional por Matthew D. Stroud
 

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Actualización más reciente: 24 Jun 2002