Lope de Vega, El castigo sin venganza
Argumento

Jornada I

1-233: El Duque de Ferrara, disfrazado, sale por las calles buscando aventuras. Encuentra a Cintia, quien le dice que es un escándalo que tal hombre haga tal cosa tan indigna. Relata la historia de Ferrara: El duque tiene un hijo ilegítimo, Federico, pero ya quiere un heredero legítimo y va a casarse con Casandra, una mujer joven de Mantua. El duque dice que va a dejar sus libertades cuando llegue Casandra. Termina la escena con una discusión de la relación entre el teatro y la vida.

234-527: Federico y Batín van a recoger a Casandra; Fernando no está contento porque no va a heredar a su padre. Batín compara al Duque con un caballo que un león puede domar. Escuchan voces y corren a ayudar. Federico sale con Casandra en los brazos. Resulta que Casandra tuvo un accidente y su coche se volvió en un río; Federico la salvó. Mientras hablan, es evidente que Federico y Casandra se sienten amor. Los criados, Lucrecia y Batín, parodian al dúo amoroso.

528-759: El marqués habla con Federico y comenta la casualidad del rescate de Casandra. Casandra admite a Lucrecia que le gusta Federico y que estaría más contenta con él que con el duque. Federico también le dice a Batín que Casandra le parece muy hermosa. Aurora y el Duque hablan del mal humor de Federico. El duque piensa que es el resultado de su casamiento con Casandra: Federico se siento traicionado. Aurora le pide que perdone a Federico y propone un casamiento entre Federico y ella. Al duque le gusta la idea.

 

760-993: Batín anuncia la llegada de Casandra. Casandra se presenta delante del duque, quien la acepta como esposa. Todos se conocen, pero las palabras entre Casandra y Federico revelan la atracción que va creciendo entre ellos. El acto termina con Federico lamentando su mala fortuna y tratando de olvidar el afecto loco y peligroso que siente para su madrastra.

 

Jornada II

 

995-1137: Lucrecia y Casandra hablan de la mala fortuna de Casandra, que prefiere haber nacido humilde que sufrir, como noble, la miserable vida que ahora tiene. Después de un mes de casamiento, ha estado una noche sola con el duque, que ha vuelto a su vida lasciva. Lucrecia menciona que Federico también está triste; Casandra piensa que la causa es la posibilidad de perder su herencia y dice que ella nunca le dará hijos al duque. Entran el Duque y Federico. El duque le dice a Federico que nunca se habría casado si hubiera sabido la tristeza que le daría. Pero el duque apenas ve a su mujer. Casandra dice que le dolerá algún día este tratamiento tan vil.

 

1138-1314: El duque le propone un casamiento a Federico, pensando que casado estaría de mejor humor. Federico le asegura que no se siente agraviado, pero que hará lo que le mande el duque. Hablan del honor y de las mujeres, y el duque se sorprende de la manera en que Federico habla de Aurora. El duque se va, y Federico le dice a Batín que quisiera morir por una razón en que es imposible ni siquiera pensar. Entran Casandra y Aurora, que discuten el odio que Federico le muestra a ésta. Casandra le dice que no debía darle celos a Federico por su relación con el marqués. Aurora y Batín se van, dejando solos a Casandra y Federico.

 

1315-1531: Casandra piensa que Federico está triste por perder la herencia. Le revela también que el duque ha roto su voto de esposo y que ella ha decidido no darle hijos al duque. Federico le dice que no necesita estado, y que no es por eso que está triste. Llora, diciendo que quisiera morir. Casandra cree que es la situación con Aurora la que le incita las lágrimas, pero él explica que sufre a causa de un amor imposible. Casandra le sugiere que le diga su amor a la dama y él confiesa que es ella misma la por quien quiere morir.

 

1532-1681: Casandra se da cuenta de que hizo un error en casarse con el duque, que el duque no la quiere y que no puede resistir el amor que tiene para Federico, aunque está prohibido. Aurora le pregunta qué dice el conde y le dice Casandra que Federico acepta su amor con alegría. Entonces viene el marqués y proclama el amor que tiene para Aurora y que no la dejará nunca.

 

1682-2030: El duque recibe una carta del Papa mandándole que se vaya a Roma para ser general del ejército. Batín le informa a Federico que Aurora y el marqués están hablando a solas y Aurora le pide al marqués que lleve una banda, un símbolo de amor. Batín se sorprende de que el conde no se enoje. Casandra decide que va a encararse con su amor para Federico; le confiesa al conde sus sentimientos usando referencias a la historia y la mitología. Los dos deciden que no pueden quererse, pero les es imposible resistir el amor.

 

Jornada III

 

2031-2204: Aurora se da cuenta que su plan para casarse con Federico no se llevará a cabo. Ella ve a Federico y Casandra besándose en un espejo, lo cual significa para Aurora que Federico no tiene los celos que decía. Entonces, con este conocimiento nuevo, Aurora decide casarse con Carlos, el marqués. Carlos ve a Federico y le dice que si él quiere a Aurora, él se irá porque tiene más valor. Aurora interrumpe y dice que quiere casarse con Carlos.

 

2205-2288: Federico y Casandra piensan en lo que van a hacer cuando llegue el duque. Federico dice que hay mucho peligro en la relación entre los dos, y decide fingir que quiere a Aurora para ocultar su relación con Casandra. Casandra se opone a la idea. No quiere que Federico se case con Aurora. La conversación es interrumpida por Ricardo, Batín, y el duque.

 

2289-2400: Ricardo relata la historia de las guerras y nota que el duque mató a más personas que David y Saúl. El duque ganó mucha honra en las guerras y cambió su personalidad y comportamiento: Ricardo nos informa que “el duque es un santo ya”. Batín no está de acuerdo. Piensa que “la que es gata, será gata, y la que es perra, será perra”. En otras palabras, el duque no puede cambiar quien es.

 

2401-2551: El duque recibe una carta que revela la verdad de la relación íntima entre Federico y Casandra. Su hijo, en los ojos del duque, es un traidor. Ahora, el duque cree que esta situación es un castigo para él. Su honor está agraviado. Según él, es necesario castigar a Federico porque es traidor. Dice que castigarle no es vengarse, y por eso creará un plan para guardar su honor y castigar a los amantes a la vez.

 

2552-2611: Federico explica que no quería casarse con Aurora, pero que ya ha cambiado de idea, y le pide permiso al duque. El duque se lo da, pero le dice que necesita pedir permiso también a Casandra. Federico no lo quiere hacer porque Casandra y él no se llevan bien, pero el duque dice que todos dicen que son grandes amigos. Cuando Federico sale, el duque expresa su furia en un soliloquio.

 

2612-2775: Casandra y Aurora entran y el duque les revela el deseo de Federico de casarse con Aurora. Casandra no lo puede creer; Aurora dice que ya no tiene interés en casarse con el conde por el desdén que éste le ha mostrado. Aurora y el duque se van, pero el duque vuelve, escondido, para entreoír lo que dicen Casandra y Federico. Casandra está furiosa; Federico le aconseja que sigan con prudencia; el duque toma todo esto como evidencia de su crimen. En un aparte dice que quiere dar un castigo justo por esta maldad pero que no puede hacerlo en público porque la deshonra, aunque desagraviada, mancha la reputación del deshonrado. Tendrá que ser un castigo secreto. El duque se marcha. Federico dice que Casandra y él deben fingir gusto para evitar consecuencias severas; se van.

 

2776-2914: Batín le pide a Aurora que ella y el marqués lo lleven consigo cuando vuelvan a Mantua. Parece que ya no puede aguantar el comportamiento extraño de Federico, Casandra y el duque. Aurora dice que así se hará. Entra el duque, quejándose de la fragilidad del honor, sobre todo en manos de una mujer. Todos se van menos el duque, quien explica su plan para un castigo divino. Insiste en que lo que hará no será venganza. Parece que Casandra desmayó al escuchar lo que el duque sabía, y él la metió debajo de una tela, desconocida y muda. Tendrá también que matar a Federico; él sentirá más la muerte de Federico que la de Casandra.

 

2915-3021: Federico se queja del casamiento de Aurora con el marqués, pero el duque le dice que hay problemas más graves. Un noble de Ferrara se ha conjurado contra él, dice el duque, y este noble está en un cuarto, desmayado, cubierto, con las manos atadas. Le manda el duque a Federico que entre y mate al traidor. Aunque tiembla porque sospecha que algo va mal, el hijo obediente entra para hacer lo que su padre le manda. Después que Federico mata a Casandra, el duque llama a sus soldados, diciéndoles que Federico mató a Casandra porque ella iba a darle al duque un heredero legítimo. El duque les manda que maten a Federico por esta traición. El duque les da la enhorabuena a Aurora y el marqués y manda que se vayan. Aurora no sabe qué decir. Se descubren los cadáveres de los amantes y cae el telón.