Salen don JUAN y TRISTÁN, de noche
TRISTÁN: Agora te contaré, [redondillas] 1925
pues ya las trasformaciones
te he dicho de los doblones,
el remedio de que usé
contra el encanto que así
infamarme solicita. 1930
JUAN: Dilo pues.
TRISTÁN: De agua bendita
un vaso, señor, henchí,
y dentro de ella el dinero
entregué al doctor, seguro
de tramoyas, que el conjuro 1935
contra su virtud es huero.
JUAN: ¿Qué diabólica legión,
atenta solo a mis males,
de los reinos infernales
conduce al mundo Plutón? 1940
TRISTÁN: Todo es encanto, y es tanto,
que estoy ya flaco de miedo.
JUAN: Con esta espada, si puedo,
he de vencer el encanto.
TRISTÁN: Un hombre viene, señor. 1945
JUAN: Véte a recoger.
TRISTÁN: Sin duda,
pues que tripulas mi ayuda,
has creído mi temor;
mas ¿cuándo Tristán ignora
tu pecho?
JUAN: En teniendo efeto, 1950
te descubriré el secreto
que es fuerza callar agora.
Véte.
TRISTÁN: Si has de pelear,
el obedecerte es justo;
que en cosas más de mi gusto 1955
no suelo yo porfïar.
Vase TRISTÁN. Salen ROMÁN y el DEMONIO, de noche y hablan
los dos aparte
DEMONIO: Éste es don Juan, que en la calle
de Aldonza está en centinela;
pues don Félix se desvela
con sospechas, engañalle 1960
tu pretensión dispondrá;
que la persona fingiendo
yo de Félix, y saliendo
de cas de Aldonza, creerá
su agravio.
ROMÁN: Con eso fío 1965
que por lo menos de intento
mudará en su casamiento,
y dará lugar al mío.
DEMONIO: No puede hacer la verdad
más efecto.
ROMÁN: Hablarle quiero 1970
para acreditar primero
su traición y mi amistad.
JUAN: (Si es Félix, aquí verán Aparte
sus traiciones el castigo
que merece un falso amigo.) 1975
¡Ah, caballero!
ROMÁN: ¿Es don Juan?
JUAN: ¿Quién lo pregunta?
ROMÁN: Quien sólo
os busca para mostraros
cuánto os estima, con daros
un aviso.
JUAN: ¿Es Demodolo? 1980
ROMÁN: El mismo, y porque veáis
ya mi amistad, ya mi ciencia,
quise que a mi diligencia
el desengaño debáis;
que vuestros ojos verán 1985
que don Félix está agora
gozando de la que adora
vuestro ciego amor, don Juan.
JUAN: Qué decís!
ROMÁN: No me ha mentido
quien me lo ha dicho jamás. 1990
No puedo deciros más;
y si no me habéis creído,
aquí pienso acompañaros
hasta que lo averigüéis,
y a lo que determinéis, 1995
si algo os importo, ayudaros.
JUAN: Yo estimo el ofrecimiento;
pero mal os lo pagara
si conmigo os arriesgara
en la venganza que intento. 2000
Solamente me ayudad
en esto con el secreto.
ROMÁN: Como amigo os lo prometo.
JUAN: Recogeos pues, y dejad
lo demás a cargo mío. 2005
ROMÁN: Pues solo queréis tomar
venganza, por no agraviar
vuestro valor, no porfío.
Habla aparte al DEMONIO
Agora es tiempo.
DEMONIO: A cumplir
parto al punto lo que ordenas. 2010
Vase
ROMÁN: (Con esto el fin de mis penas Aparte
pienso, Aldonza, conseguir.)
Vase ROMÁN
JUAN: ¿Es posible que es liviana
Aldonza, y Félix traidor?
¿Tanto en él pudo el amor, 2015
tanto en ella la inhumana
potestad que la ha hechizado?
Mas no hay hechizos; bastó
ser ella mujer, y yo
un hombre tan desdichado. 2020
Mas yo, ¿para qué me pierdo
por una mujer, error
que juzga por el mayor
y por sin disculpa el cuerdo?
Mas, aunque de esto me acuerde, 2025
déme el más cuerdo a entender
por qué se puede perder
quien por mujer no se pierde.
Pero mi enemiga ha abierto
la puerta, y un hombre ya 2030
sale; esto es hecho.
Sale el DEMONIO, que ha tomado la forma de don FÉLIX
¿Quién va?
DEMONIO: ¿Quién lo pregunta?
JUAN: (Ello es cierto; Aparte
que su voz no me ha engañado.)
Traidor, éste es el castigo
que merece un falso amigo. 2035
Saca la espada, y dale
DEMONIO: ¡Yo soy muerto!
Cae dentro
JUAN: Y yo vengado.
Vase. Salen LEONOR y doña ALDONZA, acabando de
leer una carta
LEONOR: ¿Qué te escribe?
ALDONZA: La probanza
de mi ya segura gloria.
Dice que es cierta la historia
en que fundo mi esperanza. 2040
Todas las señas, Leonor,
con que retrata a don Diego,
son las que mi pecho ciego
idolatra en el doctor.
LEONOR: No tienes ya, según eso, 2045
qué dudar ni qué temer.
ALDONZA: Solo temo ya perder
con tanta ventura el seso.
LEONOR: Él viene.
ALDONZA: A solas le harán
mis porfías declararse. 2050
Véte.
LEONOR: (Al fin vendrá a quedarse Aparte
en el aire el buen don Juan.)
Vase. Sale ROMÁN
ROMÁN: Ya, Aldonza, no impedirá
don Juan nuestro pensamiento,
pues el celoso tormento 2055
le privó de seso ya.
ALDONZA: ¿Loco está?
ROMÁN: No os lastiméis.
ALDONZA: Yo le aborrezco de suerte
que, aun diciéndome su muerte,
lastimarme no podéis. 2060
ROMÁN: Él, pues, ha dado en decir
que es Félix, su amigo estrecho,
el que mudar os ha hecho;
y que viéndole salir
de vuestra casa a deshora, 2065
le dio muerte; y lo ha creído
de modo que retraído
está por el caso agora.
ALDONZA: ¿Luego vive Félix?
ROMÁN: Vive
bueno y sano.
ALDONZA: ¿Qué decís? 2070
ROMÁN: Probar podéis lo que oís,
si alguna duda recibe.
ALDONZA: ¿Tanto lo ha sentido? ¿Tanto
pudieron con él los celos?
ROMÁN: Piedades son de los cielos, 2075
condolidos de mi llanto.
ALDONZA: ¿Y cómo os va de don Diego?
ROMÁN: Si con el alma que os doy
os consuelo cuanto soy,
¿por qué lo que soy os niego? 2080
Don Diego soy. Verdad es
cuanto os han dicho de mí
y desde la corte aquí
la estampa de vuestros pies
vine borrando, señora, 2085
con mis labios; que ésta fue
la ocasión por que tomé
el nombre que finjo agora.
Quiso mi padre obligarme
a ser de otra dama esposo, 2090
y por él me fue forzoso,
como por vos, ausentarme.
El temor de la opresión
de mi padre, si me hallara,
hizo que el nombre mudara; 2095
y por tener ocasión
de poderos dar indicio,
bella Aldonza, de mi amor,
tomé oficio de doctor,
que es licencioso este oficio. 2100
Si antes os negué quién soy,
fue porque son enemigos
del secreto los testigos;
mas ya que con vos estoy
a solas, y satisfecho, 2105
por lo que importa a los dos,
de que está segura en vos,
la llave os doy de mi pecho.
Y puesto que la locura
de don Juan lo facilita, 2110
vuestro amor, señora, admita
lo que ofrece la ventura.
ALDONZA: En mi firme voluntad
no pongáis duda, señor,
cuando vos sabéis mi amor, 2115
y yo vuestra calidad.
Mas mi mudanza es forzoso
primero justificar,
publicando en el lugar
que don Juan está furioso; 2120
pues sus deudos y los míos
se ofendieran de otra suerte,
y temo que en vuestra muerte
castiguen mis desvaríos.
ROMÁN: No temáis; que al mismo instante 2125
que os merezca, me podré
declarar; con que seré
a refrenarlos bastante.
Mas porque el temor evite
que su indignación os da, 2130
para hacerlo, ¿bastará
que don Juan lo solicite?
ALDONZA: Claro está; mas ¿de qué modo
le obligaréis?
ROMÁN: Quered vos;
que el Amor, señora, es dios; 2135
su industria lo alcanza todo.
ALDONZA: Y yo de vuestra prudencia
mayores empresas fío.
Disponed de mi albedrío.
ROMÁN: Parto pues. Dadme licencia; 2140
que cada instante es eterno
antes de la posesión.
Vase
ALDONZA: Los puntos de dilación
trueco yo a siglos de infierno.
Si es verdad, dichosa he sido. 2145
¡Leonor!
Sale LEONOR
LEONOR: ¿Qué me mandas?
ALDONZA: Parte
al punto a certificarte
si está don Juan retraído.
LEONOR: ¿Retraído? Pues, ¿qué exceso
tan grave pudo emprender 2150
que le obligue a retraer?
ALDONZA: Dicen que ha perdido el seso
de celos; y da en decir
que ha muerto a Félix, su amigo,
porque de verse conmigo 2155
anoche le vio salir.
LEONOR: ¿Matóle?
ALDONZA: Falsa es la muerte
como la causa lo fue.
Haz lo que te digo.
LEONOR: Iré
con alas a obedecerte. 2160
Vanse. Sale[n] [TRISTÁN y] un DEMONIO, en figura y traje de sacristán, con
unos panecillos y una bota de vino
TRISTÁN: Saber quisiera, sacristán divino, [silva]
pues de esta iglesia sois el inquilino,
si hay en ella fantasmas y visiones
que a golpes, bofetadas, pescozones
los retraídos huéspedes regalen? 2165
DEMONIO: Pues, ¿qué os ha sucedido?
TRISTÁN: Toda la santa noche me han molido,
DEMONIO: (Castigos son que da a tu atrevimiento Aparte
Román, de quien yo soy el instrumento
en la visible forma que he tomado 2170
de sus mágicas artes obligado.)
Yo no sentí jamás tales asombros.
El miedo os fingirá espíritus malos.
Mete en un arca el pan y vino, y échale la llave
TRISTÁN: El miedo asombros da, pero no palos.
Mas, ¿qué es lo que guardáis?
DEMONIO: Es pan y vino 2175
de una ofrenda.
TRISTÁN: A extremado tiempo vino,
si queréis convidarme.
DEMONIO: Esto es del cura.
TRISTÁN: Nunca de vuestra mala catadura
esperé yo más virtüoso oficio.
DEMONIO: Ser de lo ajeno liberal, es vicio. 2180
Vase y hace caediza la llave
TRISTÁN: ¿Engáñome o cayósele la llave?
Alza la llave
Sí. De su cortedad he de vengarme.
Mas ¿si vuelve? ¿Qué importa? ¿Ha de matarme?
Pues de la bota soy amante ciego,
un chupón le he de hacer, y suplir luego 2185
con agua el hurto, y no seré el primero
que achaca su delito al tabernero.
Abrid quedo, Tristán, porque el rüido
no descubra el delito; que andaremos
al morro el sacristán y el retraído. 2190
Abre el arca, y aparece un difunto; deja TRISTÁN caer la tapa
y ciérrase el arca
¿Qué es esto? ¡Verbum caro! ¡Anima Christi!
El arca en ataúd se ha convertido,
y con el vino el muerto ha revivido.
Sale el DEMONIO, de sacristán
DEMONIO: ¿Qué es aquesto, Tristán? ¡Oh qué mal hueles!
TRISTÁN: Informan de mi miedo esos papeles. 2195
DEMONIO: Pues, ¿de qué le has tenido?
TRISTÁN: En este punto
esa arca abrió un difunto,
y en ella se ha escondido.
La hora es ésta que el vino se ha bebido.
DEMONIO: Mal la disculpa de tu error trazaste. 2200
Cayóseme la llave, y tú la hallaste,
y al muerto tu delito has imputado.
TRISTÁN: Por estos ojos el difunto he visto
dentro del arca, voto a Jesucristo.
DEMONIO: No jures; que me ofendes con nombrarle. 2205
TRISTÁN: Perdona. (El sacristán es un bendito.) Aparte
DEMONIO: Quiérote convencer de tu delito.
Abre el arca, y no hay en ella más que el pan y el vino
¿Qué es del cadáver? ¿Ves tus invenciones?
TRISTÁN: ¿Qué me queréis, fantasmas y visiones?
DEMONIO: Basta, Tristán. Yo quiero convidarte, 2210
porque sin duda estás necesitado,
pues hurtar intentabas en sagrado.
Saca el pan y el vino
TRISTÁN: El cielo te lo pague; que el desvelo
desde que media noche era por filo,
me tiene, como dicen, en un hilo. 2215
DEMONIO: Desayúnate pues.
El pan se vuelve en ceniza, y el vino en tinta
TRISTÁN: ¡Jesus mil veces!
DEMONIO: Calla ese nombre.
TRISTÁN: ¡Ah, perro! ¿Lo aborreces?
Pues mil veces Jesús.
Huye el DEMONIO. Sale LEONOR, con manto
LEONOR: Tristán, ¿qué es esto?
TRISTÁN: ¡Que no me valga a mí, por desdichado,
contra los diablos el lugar sagrado! 2220
LEONOR: ¿Qué tienes?
TRISTÁN: ¡Ay Leonor! Dos mil demonios
esta noche, que he estado retraído
por la muerte de Félix, me han curtido,
y agora un sacristán, o yo estoy ciego,
o se ha desparecido echando fuego. 2225
LEONOR: Ya conozco, Tristán, tus invenciones
desde aquel cuento de los cien doblones.
TRISTÁN: ¿Hay más desdicha? ¡Que en sucesos tales
aún no merezcan crédito mis males!
LEONOR: Dejemos eso, y dime. Al fin ¿es cierto 2230
que don Juan se retrajo porque ha muerto
a Félix?
TRISTÁN: De eso puedo yo informarte,
como quien tuve en ello tanta parte.
LEONOR: Di cómo.
TRISTÁN: Mi señor, para matarle,
no quiso que yo fuese a acompañarle, 2235
mas como soy fiel, le fui siguiendo,
y quedéme a cien pasos tras la esquina
de la calle en que tuvo la mohina.
Salió don Félix de tu casa, cierra
don Juan con él, abrázanse y en tierra 2240
dieron los dos, mas mi señor debajo.
Yo, que puesto le miro en tal trabajo
desde la esquina donde estaba tiro
la daga a Félix... Yo propio me admiro;
pues estando abrazados, sin que un pelo 2245
a mi señor cortase mi destreza,
le di a Félix con ella en la cabeza,
y como peje rey quedó ensartado
por las sienes, del uno al otro lado.
LEONOR: ¡Temerario mentir!
TRISTÁN: Si por ventura 2250
sospechas que te engaño,
ves allí a mi señor.
LEONOR: (¿Hay tal locura? Aparte
Sin duda son hechizos que le han dado,
como a Aldonza, a don Juan y a su criado.)
Quédate a Dios, Tristán; que no venía 2255
a saber otra cosa.
Vase LEONOR
TRISTÁN: Leonor mía,
aguarda. ¿Así te vas?
Al irse LEONOR, le tira TRISTÁN del manto, y ella al entrar
descubre en las espaldas un figurón, cayéndosele el
manto
¡Otra tenemos!
¡San Jorge! ¡Qué visión!
Salen don JUAN y don PEDRO
JUAN: Tristán, ¿qué tienes?
TRISTÁN: Temblando estoy. ¿No dicen que en la iglesia
no puede entrar el diablo?
PEDRO: Son consejas 2260
de ignorantes, de niños y de viejas.
TRISTÁN: Pues como ahora con vosotros hablo
he hablado cara a cara con el diablo.
JUAN: Siempre el temor te forma esas visiones.
TRISTÁN: Vive Dios, que es verdad.
JUAN: Deja invenciones; 2265
que no es tiempo de gracias.
TRISTÁN: En efeto,
quiero callar; que no será discreto
el que contare cosas que no espere
que las ha de creer quien las oyere.
PEDRO: Proseguid vuestro suceso. [redondillas] 2270
JUAN: Sabiendo al fin, como os digo,
la traición de tal amigo,
perdi de cólera el seso;
y siendo esta noche espía
vigilante con los celos, 2275
cuando estrellas a los cielos
y sueño al mundo esparcía,
de casa de Aldonza vi
que mi enemigo salió.
Habléle, y me respondió, 2280
y en la voz reconocí
ser Félix; y despechado
con la ofensa, le maté;
y aunque perdido quedé,
quedé, en efecto, vengado. 2285
TRISTÁN: Venimos a retraernos
luego a este iglesia, y barrunto
que en venganza del difunto
se han soltado los infiernos.
Y como nunca ha sabido 2290
el demonio hacer justicia,
castiga en mí su malicia
lo que yo no he delinquido.
PEDRO: ¡Estáis cierto en que murió
Félix allí? Que hasta ahora 2295
ni lo ha sabido Teodora,
ni la fama divulgó
en el lugar nuevas tales.
JUAN: Por no dudarlo, le di,
después que muerto le vi, 2300
mil estocadas mortales.
Sale don FÉLIX, hablando con un CRIADO
PEDRO: ¿No es don Félix el que llega
a la iglesia?
JUAN: ¿Desvarío
o sueño?
TRISTÁN: Él es. Amo mío,
¿a mí también me la pega? 2305
PEDRO: Qué es esto, don Juan?
JUAN: No sé.
TRISTÁN: O hay otro Sinón en Troya,
o éste es Félix de tramoya,
o el que mataste lo fue...
JUAN: ¿Quién se ha visto tan confuso 2310
como yo?
TRISTÁN: O él, de gallina,
te dio con la mortecina,
o tú eres valiente al uso
de estos que con invenciones
se suelen acreditar. 2315
JUAN: La vida me han de acabar
tan terribles confusiones.
Mas si es tan grande hechicero
que el seso a Aldonza quitó,
¿quién duda que se libró 2320
por encanto de mi acero?
Al CRIADO
FÉLIX: Esto has de hacer con cuidado.
CRIADO: Siempre con él te serví.
Vase
TRISTÁN: ¿Qué habemos de hacer aquí;
que llega el resucitado? 2325
FÉLIX: Don Juan, por haber sabido
de vuestra hermana Teodora,
yendo a buscaros agora
que estábades retraído,
vengo celoso, por Dios, 2330
de no haber participado
del caso, y haberme hallado,
si sois mi amigo, con vos
en el suceso que pudo
causar esta novedad. 2335
JUAN: (¡Que así me finja amistad!) Aparte
FÉLIX: ¿Cómo, don Juan, estáis mudo
y recatado conmigo?
JUAN: (¿Qué es esto cielos? ¿Qué haré? Aparte
Si anoche me declaré 2340
por su mortal enemigo,
si me di por ofendido
cuando salió de agraviarme,
y él lo vio, ¿cómo he de darme
aquí por desentendido?) 2345
FÉLIX: Coligiendo voy cuán poco
de mi amistad confiáis,
pues la respuesta dudáis.
PEDRO: (Don Juan sin duda está loco, Aparte
o es Félix Ulises griego 2350
en engañar y fingir.)
Aparte a don JUAN
TRISTÁN: Señor, ¿cómo has de salir
de laberinto tan ciego?
JUAN: (Ya el ingenio me ha ofrecido Aparte
una importante invención. 2355
Yo he de acusar su traición
sin darme por entendido.)
De verme tan recatado,
don Félix, no os espantéis;
que en el suceso veréis 2360
si con causa lo he callado.
Yo supe que cierto amigo
fingido, traidor, infiel,
profesando yo con él
la amistad que vos conmigo, 2365
me ofende en la pretensión
de Aldonza. Vile salir
anoche de conseguir
por dicha la posesión.
Yo, que de agraviado estoy 2370
loco, desnudé la espada,
y a la primer estocada
cae diciendo, "¡Muerto soy!"
Pero yo, aun no satisfecho,
aunque muerto le juzgué, 2375
abrirle al alma intenté
muchas puertas en el pecbo.
Vine a retraerme al punto
a este templo, y he sabido
agora que ni aun herido 2380
está cuanto más difunto;
que se libró de mi acero
por hechizos; que el traidor
tiene más de encantador
que de honor de caballero, 2385
y muerto se me fingió
de temeroso y cobarde,
................. [-arde;]
y aunque entonces me engañó,
no presuma el hechicero 2390
no ser vencido jamás;
que alguna vez podrá más
que sus conjuros mi acero.
(Bien se lo he dado a entender.) Aparte
FÉLIX: El ha sido caso extraño; 2395
mas el autor de ese engaño
quisiera, don Juan, saber,
si fiáis de mi amistad;
que sabré morir por vos.
JUAN: (¿Hay tal fingir? ¡Vive Dios, Aparte 2400
que es la misma falsedad!)
Don Félix, solo os podré
decir, pues me preguntáis
quién es, que si lo ignoráis
vos, tampoco lo sé; 2405
y adiós, que los dos tenemos
un negocio que tratar.
FÉLIX: Adiós. (¿En qué han de parar Aparte
estos confusos extremos?)
Vase don FÉLIX
JUAN: Sin seso voy de corrido. 2410
PEDRO: Y yo lo voy de admirado.
TRISTÁN: O el demonio se ha soltado,
o mi amo ha enloquecido.
Vanse los tres. Salen ROMÁN y el DEMONIO
ROMÁN: En habiéndole propuesto
que de la injusta mudanza 2415
de Aldonza tome venganza
con la ficción que he dispuesto,
ponle en la imaginación
que yo la persona sea
que lo finja, si desea 2420
ver de ello la ejecución.
DEMONIO: Poco sastisfecho estás
de que penetro tu intento.
Proponle tu pensamiento,
y déjame lo demás; 2425
que fuera de eso, de modo
sus sentidos turbaré,
qe entero crédito dé
y consentimiento a todo.
Él viene.
Sale don JUAN
JUAN: Doctor amigo, 2430
loco estoy.
ROMÁN: Tenéis razón.
Ya sé, don Juan, la ocasión,
pues de su justo castigo
por encanto se ha librado
Félix.
JUAN: Vos me aconsejad, 2435
pues que de vuestra amistad
y saber me he confïado.
ROMÁN: Don Juan, vuestro mal con vos
no puede más que conmigo,
después que la ley de amigo 2440
hizo un alma de las dos;
y así, quiero en este intento
lo que importa aconsejaros,
y hasta morir ayudaros.
JUAN: Decid, pues.
ROMÁN Estadme atento. 2445
Para lograr vuestro amor, [romance]
busquemos un forastero
no conocido, que sea
pobre y de vil nacimiento,
y dando a entender a Aldonza 2450
y a sus deudos que es don Diego,
de que inducirá testigos
mi industria y vuestro dinero,
sin daros por entendido
del agravio que es ha hecho 2455
con don Félix, le decid
que ya que vuestros deseos
desprecia, vos por mostrarle
que es vuestro amor verdadero,
en cambio de sus ofensas 2460
solicitáis sus aumentos,
siendo un pródigo interés
de este delito el tercero,
con él habéis de tratar
que en el obscuro silencio 2465
de la noche de sus bodas,
en cambio de él, vos el lecho
de doña Aldonza ocupéis.
Después de gozarla, el trueco
desharéis, y él otro día 2470
se ausentará porque el riesgo
de ser descubierto evite.
Mataréis a Félix luego;
que yo me obligo a trazarlo.
Descubriráse el enredo, 2475
quedará burlada Aldonza,
cumplido vuestro deseo,
vuestro ofensor castigado,
y vos vengado y contento
o perderéisos por todo, 2480
ya que resolvéis perderos.
JUAN: Pues, Demodolo, vos sois
de cuya amistad e ingenio
la ejecución de este caso
fïar solamente puedo. 2485
Forastero sois, y en Deza
no conocido, y no espero
que como vos pueda alguno
acreditar que es don Diego;
que con tan bizarras partes, 2490
ya del alma, ya del cuerpo,
para serlo solo os falta
el nombre de caballero.
ROMÁN: (Ya me ruega con su dama. Aparte
Agora he de hacer que él mesmo 2495
me lo pague.)
JUAN: Demodolo,
¿dudáis?
ROMÁN: No penséis que el riesgo
me acobarda, ni el perder
las riquezas de este pueblo;
que lo que a dudar me obliga 2500
es solo haber de perderos,
siendo forzoso ausentarme.
JUAN: No perderéis; que supuesto
que mis delitos también
me han de obligar a lo mesmo, 2505
adonde quiera que vais
acompañaros prometo.
ROMÁN: Con eso me determino,
y luego a trazar comienzo
invenciones con que entiendan 2510
en Deza que soy don Diego.
JUAN: Yo a juntar voy, para daros,
cuantas riquezas poseo,
y a tratar con mi enemiga
el fingido casamiento. 2515
Vase
ROMÁN: Aldonza me dé la mano
que con sus engaños mesmos
ha de engañarse don Juan.
Pues ha publicado el pueblo
que soy don Diego, han de darme 2520
su cautela y su dinero
y mis artes fuertes armas
contra él mismo; y porque el riesgo
huya mejor, con hechizos
le he de hacer que pierda el seso, 2525
y la vida si me importa.
Pues que me ayuda el infierno
gozaré de Aldonza bella;
y antes que descubra el tiempo
mi delito, ausentaréme, 2530
pues por la mágica puedo
penetrar en breves horas
los más apartados reinos;
con Aldonza si me agrada,
sin ella si la aborrezco; 2535
que no siempre son iguales
las pasiones y el deseo.
Y a lo menos rico iré
a tan remoto hemisferio,
que no siendo conocido, 2540
viva alegre y sin recelo
de castigos ni venganzas.
Bien lo trazáis, pensamiento,
si piadosa la Fortuna
facilita los sucesos. 2545
Vase. Salen don JUAN, doña ALDONZA, TRISTÁN y
LEONOR
JUAN: Hermosa Aldonza, esto he hecho [redondillas]
por mostrar, cuando a venganzas
me obligan vuestras mudanzas,
que atiendo a vuestro provecho.
Y porque ninguno en Deza, 2550
cuando no os merezco yo,
blasone que os mereció,
goce de vuestra belleza
don Diego, que es forastero,
y os merece, y no me ofende, 2555
pues vengo en lo que él pretende
a ser yo mismo el tercero.
Á la corte iréis, y así
aplacaré mis enojos
con no tener a los ojos 2560
la ventura que perdí.
Aparte a don JUAN
TRISTÁN: No te empeñes; que estás ciego,
y es de veras el doctor
don Diego.
JUAN: ¡Qué loco error!
TRISTÁN: Me quemen si no es don Diego. 2565
JUAN: Lo que obra el enredo es todo
traza del doctor y mía.
TRISTÁN: Tú pagarás tu porfía
cuando estés puesto de lodo.
ALDONZA: ¿Qué es lo que os dice Tristán? 2570
JUAN: Viene, señora, admirado
de que el doctor disfrazado
es don Diego de Guzmán.
Dilo; que ya no es secreto,
y en eso me fundo yo. 2575
TRISTÁN: (Estoy por decir que no, Aparte
para impedirle el efeto.)
ALDONZA: (Ya lo entiendo. Concertado Aparte
viene a la invencián Tristán.
Piensa engañarme don Juan, 2580
y es él solo el engañado.)
Ya que la suerte, a los dos
contraria, don Juan, en esto
de manera lo ha dispuesto
que no os dé la mano a vos, 2585
daros gusto en eso es justo,
por mostrar que, si no hubiera
inconveniente, os la diera
quien la da por vuestro gusto,
asegurándome vos 2590
que es don Diego.
JUAN: Por mi cuenta
correrá, Aldonza, la afrenta
y venganza de los dos.
Cuanto más que si yo soy
don Juan, él don Diego.
TRISTÁN: ¡Y cómo! 2595
JUAN: Y ya digo que lo tomo
yo por mi cuenta.
ALDONZA: Y yo estoy
contenta con eso, y quiero
casarme, aunque no lo fuera.
JUAN: (Como una simple cordera Aparte 2600
da la garganta al acero.)
LEONOR: (¡Qué alegre está y engañado!) Aparte
Aparte a TRISTÁN
JUAN: Parte a llamar al doctor.
TRISTÁN: Que te despeñas, señor.
JUAN: ¿Quieres no ser porfïado? 2605
TRISTÁN: Que es don Diego.
JUAN: Pues don Diego,
quiero que la mano dé
a Aldonza.
TRISTÁN: Con eso iré.
Vase TRISTÁN
JUAN: Advierte que venga luego;
que importa la brevedad, 2610
Aldonza; que publicado
que es don Diego, en lo tratado
temo alguna novedad
por la mucha diligencia
de su padre.
ALDONZA: El sí fue mío, 2615
y ponga vuestro albedrío
lo demás.
JUAN: (¡Con qué inocencia Aparte
va admitiendo mi venganza!)
Aparte a doña ALDONZA
LEONOR: ¿Viste enredo más extraño?
Él se engaña con su engaño, 2620
y tú cumples tu esperanza.
Hablan las dos aparte. Sale don FÉLIX
FÉLIX: Don Juan, amigo...
JUAN: (¡Ay de mí! Aparte
¿Si viene a estorbar mi intento?)
FÉLIX: Si es fin de vuestro tormento,
tendré el hallaros aquí 2625
a gran dicha.
JUAN: (Su intención Aparte
entiendo.)
FÉLIX: Mas escuchad,
don Juan, una novedad
que os causará admiración.
JUAN: ¿Y es?
FÉLIX: Que el doctor es don Diego 2630
de Guzmán.
JUAN: Más ha de un día,
Félix, que yo lo sab}a.
FÉLIX: Dicen más, que el amor ciego
de Aldonza le trajo a Deza,
de la corte.
JUAN: También sé 2635
esa verdad.
FÉLIX: Pues él fue,
sin duda, quien su belleza
mudable con vos ha hecho;
y es bien que sienta el castigo,
si vos queréis.
JUAN: (¡Ah enemigo! Aparte 2640
Celos te abrasen el pecho.)
Ya la venganza prevengo.
FÉLIX: Él viene.
Salen don PEDRO, ROMÁN, el DEMONIO y
TRISTÁN
ROMÁN: Haberme llamado
don Juan con tanto cuidado,
por buen pronóstico tengo 2645
de la ventura que espero.
JUAN: Aldonza, informada ya
de los méritos que os da
el ser tan gran caballero,
premia vuestras penas hoy. 2650
Solo aguarda vuestra mano.
ROMÁN: ¿Quién no envidia el bien que gano?
La mano y el alma os doy
si puedo a tal posesión
llegar sin perder el seso. 2655
Cuando va a dar la mano, entran dos FAMILIARES del Santo Oficio,
con la insignia en el pecho, y estórbanlo y
préndenlo
FAMILIAR 1: Roman Ramírez, sed preso
por la Santa Inquisición.
TRISTÁN: ¿No lo dije yo?
ALDONZA: Román
es éste?
FAMILIAR 1: El mismo que veis.
ROMÁN: ¡Ay de mi!
ALDONZA: Ved lo que hacéis; 2660
que es don Diego de Guzmán.
FAMILIAR 2: ¿Qué don Diego?
Aparte a ROMÁN
DEMONIO: Mi furor,
Román, no os puede valer.
Aquí dio fin mi poder
porque el del cielo es mayor. 2665
Vase
ROMÁN: (¡Ah infiernos! ¿Cómo el concierto Aparte
vuestro no me favorece?)
ALDONZA: ¡Válgame el cielo! Parece
que de un gran sueño despierto.
Otro que me pareció, 2670
me parece.
JUAN: ¡Yo estoy loco!
FAMILIAR 2: Éste es Román, el que ha poco
que en Toledo castigó,
porque la ley sarracena
guardaba, la Inquisición; 2675
que es morisco de nación.
ROMÁN: (¡Ah falso infierno! La pena Aparte
pago de mi desatino.)
TRISTÁN: Agora caigo en la cuenta.
Éste es el que vi en la venta 2680
mirar de mal al tocino.
FAMILIAR 1: Andad, qué aguardáis, Román?
ROMÁN: No por ser de ley extraña,
menos que a vos me acompaña
la ley natural, don Juan. 2685
Obligado estoy por ella
a pagar tanta amistad.
Ya que la pierdo, gozad
sin temor de Aldonza bella;
que ni es Félix falso amigo, 2690
ni jamás os ofendió.
Engaños son que trazó
la fuerza de amor conmigo.
Con hechizos procuraba
el soberano sujeto 2695
de Aldonza; mas en efeto,
quien mal anda en mal acaba.
Vanse con él los FAMILIARES
TRISTÁN: Allá vayas, hechicero,
donde me dejes vengado.
LEONOR: Todo se ha desfigurado 2700
del que pareció primero.
ALDONZA: Dadme la mano, don Juan,
pues soy la misma que fui,
y vos sois ya para mí
tan gallardo y tan galán 2705
como lo fuisteis primero
que nos mudase el encanto,
pudiendo en nosotros tanto
los artes de este hechicero.
JUAN: Pues quedo tan satisfecho, 2710
bella Aldonza, vuestro soy,
y a Félix los brazos doy.
[como, al fin, amigo estrecho.]
...................[Leonor]
....................[casados] 2715
TRISTÁN: Aunque van salpimentados
con casamiento, mi amor
lo estima, y tu mano espera.
LEONOR: Bien lo debo a tu afición.
JUAN: Y aquí, pidiendo perdón, 2720
da fin esta verdadera
historia, que sucedió
año de mil y seiscientos.
En sus rebeldes intentos,
preso en Toledo murió 2725
Ramírez, y relajado
en su estatua, por su ciego
delito pagó en el fuego
el cadáver su pecado;
llevando, pues se fïaba 2730
de injustos medios Román,
el castigo del refrán
quien mal anda en mal acaba.
Texto electrónico por Vern G. Williamsen y J T Abraham
Formateo adicional por
Matthew D. Stroud
Actualización más reciente: 24 Jun 2002